Día Mundial de la Madre Tierra

Pilar Gallur


Celebramos este día para recordar que el planeta Tierra y sus ecosistemas nos dan la vida, y el sustento.  También para concienciarnos de cuál es nuestra labor como residentes de este planeta, para cuidarla y agradecer todos sus frutos, el aire que nos ofrece para respirar, el fuego de su corazón que, a lo largo de 4,543 miles de millones de años, late con fervor y energía, la lluvia, los océanos, los seres que alberga.

La Madre tierra como se le conoce en occidente, la Pacha Mama en América del Sur, o Gaia en la mitología griega, se asemeja a la mujer en muchos aspectos, ya el mismo Platón veía a la tierra en el Timeo como una nodriza, una generosa mujer que proveía las necesidades de la humanidad.

La semejanza se basa en que la tierra es nuestra madre auténtica, y no un mero símbolo poético. Se podría hacer un paralelismo con las funciones femeninas, menstruaciones, embarazos, partos, lactancia, y los ritmos de las estaciones del planeta. Nuestros cuerpos se transforman, florecen en la primavera de la maternidad y menguan en el invierno de la menopausia; producimos savia de vida en forma de sangre o leche de la que se nutren los brotes que nacen de nuestro ser. Por maternidad no solo entendemos un embarazo de 9 meses y parir, también es el acto de dar amor, educación, dotar a los niños de conocimientos que le ayuden a enfrentarse a la vida con autonomía, respeto y consciencia.

En la mitología encontramos figuras maternas, las Diosas Madre, que no siempre han parido un bebé, sino que a menudo eran dadoras de vida o alimentos físicos y psíquico en un sentido más metafísico (más allá de cuerpos físicos). Estas Diosas Madre son representaciones de la fertilidad, relacionadas con las cosechas y con la capacidad de la tierra de crear vida y alimentos. A menudo se habla de la Madre Tierra, femenina, que engendra y “pare” la vida que hay en ella.

En los inicios de la vida del ser humano, las primeras reacciones ante la naturaleza fueron de temor y asombro. Las primeras divinidades fueron Diosas consideradas como la Gran Madre, lo divino como raíz del ser y en estrecha relación con la vida. Algo semejante pasó ante la mujer, pues el varón contemplaba asombrado la función materna que se desarrollaba en los cuerpos femeninos, a la vez que también respetaba los conocimientos femeninos en las técnicas de recolección y transformación de materias primas (las mujeres recolectaban y ejercían de “curanderas” a través de plantas medicinales mientras los hombres cazaban) Esta situación de admiración de mujer y tierra duró mucho tiempo, hasta que se invirtió, y por ello ahora existe el día de la Madre Tierra, para que tomemos consciencia de lo importante que es cuidar al Planeta, aspecto que durante miles de años no era necesario recordar, porque cada día los seres humanos realizaban ofrendas en modo de agradecimiento por cada uno de los frutos que obtenían de la Pachamama.

Día Mundial de la Madre Tierra

Érase una vez…el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil

Ana-Bell Ferrer

ÉRASE UNA VEZ… un sinfín de libros que trasportaban a quienes los leían a un mundo mágico y libre, donde todo era posible… las mentes se enriquecían y afortunadamente, todas las mentes que leen, siguen alimentándose de miles de palabras creando emociones diversas donde perderse.

El dos de abril fue elegido como el día del mundo de los libros infantiles en honor al escritor danés Hans Christian Andersen, reconocido por sus grandes obras infantiles y por ser el primer gran clásico de la literatura infantil en obras tan conocidas como: “El patito feo”, “La sirenita”, “El Soldadito de Plomo”, “La reina de las nieves” “El sastrecillo valiente”, etc.

Existen otros autores clásicos, también muy conocidos, como Charles Dickens “Cuentos de Navidad” o los Hermanos Grimm “Blancanieves”, “La Cenicienta” entre muchos otros. Sin embargo, los más transmitidos y que comparten todas las culturas, son los cuentos tradicionales, que han ido pasando de abuelos a nietos, de padres a hijos, generación tras generación de forma oral, contados con cariño desde el sillón del salón o tumbados en la cama.  

Los libros infantiles y juveniles llenan de información a niños y a jóvenes haciendo despertar su imaginación con un significado simbólico que les ayuda a enriquecer sus mentes y sus capacidades cognoscitivas y emocionales, sumando alternativas a las distintas circunstancias que se les puede presentar en el juego o en sus respuestas habituales. Además, un libro no es sólo un conjunto de letras intercaladas, para todos se convierte en aquello que nos ayuda a descubrir el mundo y conocernos mejor e incluso llegar a ser un buen compañero de viaje.

Les enseña valores, tratan los sentimientos y la calidad humana a través de los personajes. Fomentan la empatía y su capacidad de identificación y superación.

Aunque es importante la lectura, la forma de transmitir los cuentos es principalmente la oral. El niño normalmente no accede a la literatura por aprender a leer o escribir, sino que se ve atraído por el oído mediante los juegos rítmicos, corporales y narraciones. De esta forma va conquistando las lecturas previas.

Tanto los cuentos de hadas, los cuentos de costumbres y los cuentos literarios hipnotizan a los niños con su rima, su intriga, su sabiduría y en definitiva con su magia. Esta es la importancia de la lectura de los cuentos. No deben caer en el olvido fruto de las tecnologías, debemos ser conscientes y protegerlos enseñándoles a nuestros pequeños y jóvenes, que el mejor movimiento de las neuronas es a través de ellos. Los libros son un vínculo transferencial inconsciente que influye en la calidad de la relación con el otro: influye en la ilusión para curiosear, permite aceptar nuevas experiencias y potencia percibir conexiones y descubrir significados. De esta forma mejora los conflictos, los desencuentros…

Un libro infantil conlleva implícitamente las bases emocionales del aprendizaje, ello aumenta la experiencia de satisfacción y la capacidad de contención que son necesarias para desarrollar la curiosidad, el aprendizaje y la construcción de la identidad. Facilita un factor emocional interno como es el equilibrio entre el amor y el odio. Y promueve las experiencias interiores permitiendo crear representaciones mentales, imprescindibles para el aprendizaje.

Por todo ello, fomentemos y participemos en la lectura de los libros infantiles y juveniles. Retomemos también nosotros mismos, como adultos, esos libros infantiles que en su momento nos trasportaron a un mundo mágico, imaginario, único y valioso para nuestro desarrollo social, emocional y cognitivo, de esta forma podremos leérselos a nuestros pequeños, empatizando con ellos en una diversidad de emociones de calidad.

Y colorín colorado, este artículo se ha acabado.

Día Internacional del Libro

Día Mundial del Síndrome de Down

Mª José Pérez Albiñana

Concienciemos a la población de que las personas con síndrome de Down tienen los mismos derechos y deberes que todas aquellas que no lo presentan. Fomentemos su integración y normalización en la sociedad y promovamos su autonomía en la medida de lo posible.

No hay dos niños con síndrome de Down iguales, por eso no podemos generalizar. No debemos determinar lo que pueden llegar a aprender porque estaríamos limitando sus potenciales, sobre todo si no creemos en ellos.

La esperanza de vida de las personas con síndrome de Down varía dependiendo de las posibles complicaciones físicas de cada una, aunque por norma general ha aumentado bastante en los últimos años. A principios del siglo XX, se esperaba que las personas con este síndrome vivieran menos de 10 años. Ahora, afortunadamente, cerca del 80% de los adultos que lo poseen supera la edad de los 50 años. 

En lo que respecta al tratamiento, puesto que el Síndrome de Down no es una enfermedad sino una condición, en tanto condición, no necesita de ningún tipo de tratamiento médico propiamente dicho sino la intervención de profesionales especializados para fomentar un desarrollo adecuado, más allá de los problemas de salud que pueda acarrear. Los tratamientos dependerán de las necesidades físicas e intelectuales de cada individuo, así como de sus destrezas y limitaciones personales.

La atención temprana, en concreto, ha demostrado que mejora notablemente los resultados de los niños con síndrome de Down. Ésta hace referencia a una serie de programas y recursos especializados dirigidos a niños muy pequeños con este síndrome y sus familias, dirigidos por profesionales de diferentes disciplinas: educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas y trabajadores sociales, entre otros. Esta ayuda comienza poco después del nacimiento y suele continuar hasta que el niño cumple 3 años. A partir de esa edad, la mayoría de los niños reciben intervenciones y tratamiento a través de las escuelas de su localidad.

Pero el éxito del tratamiento no depende sólo de estos profesionales, la colaboración de la familia en la atención temprana del niño es fundamental. Además, la familia posee un papel imprescindible en cuanto a que puede ser el primer puente hacia la autonomía del hijo o el primer obstáculo para conseguirla. Educar y potenciar la autonomía e independencia de un hijo con síndrome de Down (como de cualquier hijo) no es una tarea fácil. Para que las familias puedan llevar a cabo esta tarea, necesitan también el apoyo de profesionales y expertos que les permitan adquirir las herramientas necesarias para educar a los hijos en la libertad y la autonomía; no sobreprotegiendo, sino apoyando el proceso de desarrollo vital, desde las primeras etapas de la vida. A medida que el hijo con síndrome de Down va creciendo, es importante también que la familia refuerce su autoestima y su sentimiento de seguridad, fomentando la confianza en sí mismo.

Es cierto que se ha avanzado mucho y hay muchos motivos para celebrar el Día Mundial del Síndrome de Down, pero aún queda mucho camino por recorrer para romper todas las barreras educativas y sociolaborales con las que todavía hoy se encuentran, desgraciadamente, estas personas.

Gracias a los programas de salud y atención temprana y al trabajo de profesionales y asociaciones, la calidad de vida de las personas con síndrome de Down ha mejorado considerablemente en los últimos años.

Pero también tenemos un papel importante la sociedad en general si queremos integrarles verdaderamente. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con una persona con este síndrome, y seguro que estamos de acuerdo en que suelen ser personas plácidas, cariñosas, cooperadoras, alegres, tranquilas y transmisoras de gran amor, a las que hay que hablarles despacio, mirándoles a los ojos, evitando las bromas y las ironías o frases con dobles sentido que puedan causarles confusión. Sabemos (o deberíamos saber) que pueden conseguir muchas metas si les damos las oportunidades. Si somos capaces de ver más allá de un defecto cromosómico, todas las capacidades y potencialidades que tienen, crecerán.

Y no hace falta decir que son personas tan valiosas como el resto, merecedoras del mismo respeto que cualquier otro ciudadano y con la misma dignidad y derecho a satisfacer sus necesidades de afiliación, reconocimiento y autorrealización.

Así pues, superemos el desconocimiento, la incomprensión, el prejuicio y la discriminación que todavía queda en el fondo de algunas personas y ofrezcámosles, bajo supervisión, la oportunidad de tomar las riendas de su propia vida.

Son personas que nos demuestran un claro ejemplo de amor, amistad, ternura, bondad, sensibilidad, confianza y cariño verdaderos, y tenemos mucho que aprender de ellos.

“Siempre quedará perfume en las manos de aquel que entrega flores”

(proverbio chino)

Día Mundial del Síndrome de Down

Día del Padre: La importancia de la figura paterna en el crecimiento personal

Lola Collado Tarazón

¡Hoy es tu día papá! Como cada 19 de Marzo nos reuniremos en familia para celebrar contigo el Día del Padre, una fecha especial en el calendario donde se honra la paternidad y la influencia del hombre en la vida de sus hijos.

Esta celebración se remonta a  1910, y fue encabezada por Smart Dood, una estadounidense que intentaba hacer que el papel de los padres en la sociedad fuese destacado, especialmente de aquellos padres que, como el suyo, cumplían el rol de padre y madre en la educación de sus hijos, desde la hora de levantarse hasta la hora de acostarse.

La función del padre dentro de la familia ha evolucionado mucho a lo largo de la historia. No es ningún secreto que siempre se ha considerado a la madre como principal responsable del cuidado físico y emocional de sus hijos y el hombre se encontraba relegado a un segundo plano, donde era considerado una figura autoritaria y encargada del mantenimiento económico de la familia.

El mundo de los afectos no es cosa de hombres. Con esa idea han crecido muchas generaciones, y así, lo han ido transmitiendo. Aunque los tiempos han cambiado y los hombres asumen con mayor frecuencia un papel mucho más activo en la crianza y educación de sus hijos, no siempre se tiene clara la importancia de la presencia de la figura paterna en el sano desarrollo de éstos o el profundo impacto que su ausencia puede llegar a tener.

La baja autoestima, las dificultades sociales y las inseguridades son conflictos muy comunes en los niños que crecen con la ausencia de la figura paterna, sin embargo, son los problemas de conducta los síntomas más frecuentes. En el mundo de la psicología, estas alteraciones pueden entenderse como un escudo que los niños utilizan para protegerse de los sentimientos de abandono, miedo e infelicidad, que suelen abordarles con frecuencia. Estas consecuencias no se limitan solo a la infancia, sino que perduran durante la adolescencia y la vida adulta, pudiendo llegar a desarrollar conductas compulsivas y autodestructivas.

En cambio, un padre presente y activo en la vida de sus hijos proporciona un papel fundamental en la construcción de la identidad y la autoestima, ofrece una mayor seguridad y confianza en el desarrollo de las habilidades sociales, y ayuda especialmente a proporcionar una visión muy valiosa del mundo, donde los niños descubren que las demás personas no van a adivinar sus pensamientos ni anticipar sus necesidades como lo hace su mamá.

A lo largo de este artículo, se hace hincapié en la idea de que ser padre no es solo cuestión de genética. Ser padre, es mucho más. Es estar al lado de los hijos, cuidarlos, enseñarles y ayudarles a crecer, acompañarlos en cada paso nuevo que dan en su vida, apoyarles cuando están mal y celebrar con ellos sus alegrías y logros. Sin embargo, esta función no siempre la desempeña quién parece estar destinado a ella, muchas veces estas tareas son llevadas a cabo por un abuelo, un tío, un hermano mayor o incluso, es la propia madre la que desempeña ambos roles.

Todos los días son buenos para sentirnos agradecidos por la labor que nuestro padre lleva desempeñando por nosotros desde el momento de nuestro nacimiento, pero es cierto, que en el mundo de prisas en el que vivimos no nos paramos a reflexionar… no tenemos tiempo, por eso, querido lector, te propongo que hoy hagas una excepción.

Es un día perfecto para agradecérselo, no hay que gastarse dinero para dar las gracias, para un padre lo más valioso es el tiempo que pasamos con él, así que hoy regálale eso, regálale tu tiempo, regala(te) recuerdos.

¡Gracias Papá!
Día del Padre San José

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Lola Collado Tarazón

En marzo de 1857, en el marco de la revolución industrial, cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textil de Nueva York salieron a la calle para protestar por las pésimas condiciones laborales en las que se veían obligadas a trabajar, así como sus bajos salarios (menos de la mitad de los que cobraban los hombres). Aquella manifestación acabó con la policía dispersando la protesta donde murieron 120 mujeres. El trágico desenlace no las amilanó y siguieron luchando a lo largo de los años para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. No ha sido un camino de rosas, pues un año después de quedar instaurado el 8 de marzo como día internacional de la mujer, en 1911, la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York ardió de madrugada con centenares de mujeres en su interior. Aquél edificio de diez plantas se convirtió en una cárcel de fuego para las trabajadoras que allí se encontraban.

Estos tan solo son dos de los muchísimos ejemplos que existen a lo largo de la historia. No es necesario vivir grandes acontecimientos como los recién mencionados para ser testigo de la discriminación que se sigue viviendo hoy en día. En el siglo XXI podemos decir que la figura de la mujer ha cambiado mucho y ha conseguido acercarse a la del hombre, sin embargo, todavía no podemos hablar de igualdad al 100%. Hoy en día, las mujeres siguen viviendo la discriminación en distintos ámbitos, laboral, social, político, deportivo… hay un doble rasero, de eso no hay duda, y el ámbito laboral es uno de los más castigados. Aunque no sea legal, hay empresas donde la mujer sigue cobrando menos que el hombre, en las entrevistas de trabajo se sigue preguntando si entre sus planes está la maternidad (algo que nada tiene que ver con su competencia laboral), el acceso a posiciones de liderazgo es más complicado, se dan situaciones de abuso físico y psicológico sexista…

A pesar de todos estos datos, y de que éstas no son las únicas  discriminaciones a la que sigue enfrentándose la mujer actual, es necesario poner el punto positivo a este artículo y mencionar algunos de los avances que gracias a la lucha de tantas y tantas mujeres se han conseguido como, el acceso a la educación y al mundo laboral, derecho al voto, la capacidad de administrar sus propios bienes sin permiso del padre o cónyuge, derechos políticos (posibilidad de ser electoras y candidatas), acceso a competiciones deportivas oficiales, y un largo etc. Aunque aún nos queda mucho camino por recorrer, nuestra sociedad está cada vez más concienciada del derecho a la igualdad, son muchos los hombres que abogan junto a las mujeres por hacer la brecha entre ambos cada día más estrecha.

Solo me que queda despedir este artículo dándole las gracias a todas las mujeres que antes que nosotras han luchado por nuestros derechos, por un futuro mejor, por la igualdad, y por qué no decirlo, por la libertad. Gracias a su esfuerzo, hoy podemos disfrutar de todas las oportunidades que ellas no tuvieron. Seguiremos pelando por todas las mujeres que vienen tras nosotras, para que su camino sea cada vez más sencillo. Gracias.

Día Internacional de la Mujer

Día Internacional del Cáncer Infantil

Miriam Ferrero Vilaplana

Cuando vemos a un niño, pensamos que le queda mucho por aprender, descubrir, jugar, vivir experiencias y un mundo de momentos por compartir.

En el momento que un niño es diagnosticado de cáncer, el castillo de naipes cae, para él y toda su familia, surge el miedo de qué sucederá y un sin fin de pruebas, operaciones, tubos, quimio, dolor físico y emocional.

Aunque el índice de supervivencia es elevado, el impacto del diagnóstico y todo su proceso es duro. El niño cambia su rutina de ir al colegio, por estar en el hospital, rodeado de instrumentos médicos, salas con juguetes y educadores que van a amenizar la estancia. Los progenitores también cambian estar en el trabajo o en el hogar, por el hospital acompañando a su hijo, lo cual se produce una nueva reestructuración familiar.

El mundo infantil cambia en ese momento, se adapta a la situaicón que están viviendo. Cuando se aplica una sesión de quimio, se explica con su lenguaje para que lo entiendan, describiéndole paso a paso qué va a suceder, desde el superhéroe que está dentro de la bolsa de plástico y va a descender por el tubo de plástico hasta entrar dentro del niño e ir a aquellos lugares donde tiene dolor y quitarlo.

Mediante el juego, el niño comprende todo el proceso, van surfeando emociones, dolor, miedo y pensando en qué harán mañana, porque ellos tienen ganas de seguir, seguir hacia delante, aunque tengan momentos complicados.

Durante todo el proceso es reconfortante cuando se encuentran acompañados, entendidos con todo su castillo de princesas y dragones, comprendidos desde el respeto y el sentir ellos y su familia, porque son pocos los momentos compartidos por la edad y recorrido del niño, pero son tan intensos que son como si se hubieran vivido muchos años, y siempre se quieren vivir muchos más.

Día Internacional del Niño con Cáncer

Día Internacional contra el Cáncer

Miriam Ferrero Vilaplana

Porque el cáncer, no es el lazo rosa, ni el naranja o verde. Tampoco lo es en un día señalado, son todos los días a los que se enfrenta la persona afectada y su familia, desde que reciben el diagnóstico.

Durante ese periodo se viven momentos de incertidumbre, angustia, miedo, sensaciones desagradables que uno siente tras una sesión de quimioterapia o radioterapia, teniendo efectos a nivel físico como el sabor de los alimentos a hierro, la pérdida del pelo, agotamiento, pérdida de fuerza y angustia entre otros. Que por mucho que te hayan avisado de los efectos secundarios, sólo hay que vivirlo y sentirlo en la propia piel, o al lado de la piel y el sentir de tu familiar.

Se viven cambios cada día, se produce una noria de emociones al compás y el ritmo del cuerpo, un torrente de sentimientos encontrados, que no sabías que estaban. Desde el terrible miedo a morir, hasta las ganas de aferrarte a la vida, disfrutándola cada momento, con uno mismo, con su familia y teniendo los malestares que se tengan, pero estar, simplemente estar, se sacan las fuerzas de donde sea.

Porque muchas veces se necesita la mirada del otro para ver con respeto y amor que el otro está, poderse romper a su lado y volverse a recomponer. Porque de nada sirve decirle a una persona que tiene cáncer que toda va a ir bien, cuando en realidad lo que siente es distinto.

Porque a día de hoy el índice de supervivencia es elevado, pero ¿y si no lo es? … se necesita un mirar con respeto para acompañar todo el proceso desde los síntomas físicos, emocionales, psicológicos y espirituales.

Cuando se recibe un diagnóstico, no sólo lo recibe la persona afectada, sino también su entorno. Poder compartir todo el proceso con cariño, respeto y amabilidad en su entorno más próximo es reconfortante y en ocasiones, los hijos o la pareja también necesitan espacio para ser mirados y comprendidos, todas las piezas del puzle son importantes y deben de ser miradas, acompañadas y respetadas.

Día Internacional contra el Cáncer

SECRETOS DEL ALMA | Prisionera de mis actos

Música cortesía de: Fernan Birdy/Relax Music

La joven sólo quería expresar lo que sentía. Con su delicada voz leyó en alto para que la escuchara. Su entonación era perfecta. Llegaron a mi mente palabras con un gran significado emocional. Frases que indicaban profundos sentimientos que harían adentrarse a cualquier persona adulta en la adolescencia.

Durante la lectura sus manos se agitaban para recoger su pelo, hacia un lado y a otro, como un gesto automático que denotaba inquietud. De ojos grandes, expresivos y manchados por un toque de ira oculta. De aspecto inocente, indicando en su tono de voz un estado de tristeza confusa.

—¿De verdad vas a publicarme esto en Secretos del Alma? ¿Te gusta lo que escribo?

—Me gusta lo que escribes y entiendo lo que escribes. Estas en una etapa de la vida en que te sientes diferente, luchadora, egoísta, inestable y solo tú te lo puedes decir. No das permiso a cualquiera para que te diga quién eres y cómo debes cambiar y para mí es un honor que me dejes formar parte de tu crecimiento y que confíes.

—Gracias. Pero no pongas mi nombre real, llámame Eli.

“Prisionera de mis actos, de mis decisiones, de mis circunstancias y de las conclusiones que saco cuando miro al espejo y no veo nada. Imagino mi futuro… pero no veo nada.

Quiero volver atrás, a los meses de risas, juerga, veneno, pero es que no queda dinero, ni confianza; mis padres deberían darme alas, pero no: solo una soga al cuello.

Y hoy no sé qué hacer. El frío me cala los huesos. Estoy en un laberinto de calles sin salida, quieren las respuestas de una eminencia, pero yo solo soy hueso y carne y algo de conciencia. Yo soy todo lo ángel que puedo, ¿por qué no me dais mis alas o me dejáis que regrese al infierno? En el fuego eterno hay calor; entre estas cuatro paredes se nos ha roto el amor.

Prisionera de mis actos, de mis decisiones; papá ayúdame… no me enfades…

Mi madre dice quererme, pero muestra lo contrario ignorando mis circunstancias y las conclusiones que saco cuando miro al espejo y no veo nada porque imagino mi futuro y sigue sin haber nada.

Creo que la pérdida nos afecta a todos, claro, aunque es mucho peor cuando es un ser muy cercano, te saca el alma y la mente, te cambia la sonrisa sin necesidad de aparatos… en eso todos somos iguales, en eso todos somos humanos. Mi yaya ya no está para llamarle “payo” al yayo, ni mi viuda abuelita para ir al campo en verano… solo espero que mi yayo no me suelte de la mano y que se tenga que ir dentro de muchos, muchos años.

Prisionera de mis actos, de mis decisiones, de mis circunstancias y de las conclusiones que saco cuando miro de puertas “pa” fuera y no veo nada, cuando miro de puertas “pa” dentro y solo veo ratas.

Después de leer sus sentimientos, Eli agachó la cabeza.

——La gente me pregunta que por qué vengo al psicólogo y yo respondo que, para contar mis cosas, a que alguien me guie y me diga que tengo que hacer.

—Aunque luego hagas lo que te dé la gana, ¿no es así?

Eli silenció con las manos su risa y empezó a morder un lápiz nerviosamente. Siempre tenía que tener algo en las manos. Mientras hablaba necesitaba hurgarse la nariz y más cuando era un tema que le preocupaba mucho.

—Me dijiste que era histriónica, que tendía a exagerar con mi voz y mis gestos lo que siento y que soy una dramática. Que puedo hacer más de lo que hago, que soy inteligente y que desde que estamos juntas en terapia he cambiado para bien. He oído hablar del histrionismo. Ya de pequeña un médico me dijo que yo era así, que era dramática y teatrera y yo te pregunto, ¿esto es muy grave?

—No se trata de si es grave o no. Se trata de entender que las personas histriónicas necesitan ser el centro y para lograr su objetivo suelen usar estrategias de dramatización y victimismo. Son seductoras, con una excelente capacidad para relacionarse con los demás y cuando no son capaces de acaparar la atención o salirse con la suya se muestran incomprendidas y es ahí cuando se sienten víctimas viviendo continuamente en una montaña rusa. Viviendo sin dejar vivir, creyendo llevar razón, pasando de estar alegre a triste y melancólica en un segundo. Imagina vivir con alguien así que encima no lo ve.

—Anda, que interesante. ¿Esa soy yo?

—Tú me dirás si eres o no. Influenciable, preocupada por tu imagen de forma desproporcionada, dramática, inteligente, susceptible, creativa, poca tolerancia a la frustración, emotiva, insegura… es complicado vivir así. Sin embargo, cuando te encuentras en equilibrio, serena y sientes motivación por algo, entregas el alma. Pero todas las personas somos de diferentes formas. En un principio se trata de entender cómo eres y a cada persona que está a tu alrededor. La convivencia no resulta fácil si uno no pone de su parte. Y recuerda Eli, cuando logramos encontrar una forma de llenarnos, ilusionarnos, esforzarnos, sentirnos respetuosos y orgullosos con nosotros mismos, es cuando empezamos a sentir que nos formamos como personas capaces y este crecimiento nos hace grandes. ¡Tú puedes Eli! Levántate y aprende a mirar al mundo de cara, así el mundo nunca te dará la espalda.

Prisionera de mis actos Secretos del Alma

Despañalización: Consejos prácticos y resumen de la conferencia

Pilar Gallur Gimeno

Solo hay una forma de quitar el pañal de forma respetuosa: Esperando al momento oportuno. No hay más secretos.

Pensamos que la llegada de la primavera, el buen tiempo, es la época, por excelencia asociada a la retirada del pañal pensando que nos será más cómodo, más práctico y más fácil ya que los niños/as llevan menos ropa, esta es más ligera y menos gruesa y hace menos frío por si se mojan. Pero la retirada del pañal, nada tiene que ver con las estaciones ni el clima. Si realmente queremos tener éxito a la hora de quitar el pañal a nuestros hijos/as, lo más importante es que ellos/as estén preparados. El control de los esfínteres, al igual que el sueño, el habla y la psicomotricidad, es un proceso evolutivo en el que poco podemos influir los padres, aunque si podemos acompañar.

Al igual que en otros hitos de nuestros pequeños, como andar, decir sus primeras palabras o comer solos, con la retirada del pañal suele existir una especie de «orgullo de madre» si lo hace antes que el resto… Como si eso fuera porque es o va a ser más listo, más guapo o más rico…. Repito: Controlar los esfínteres es evolutivo y, por tanto, cada niño/a estará preparado a una edad diferente. Los habrá que, con 18 meses, estén preparados… Otros tal vez será pasados los 3 años.

Sea como sea, según el estudio Haizea-Llevant, el 50% de los niños controlan los esfínteres de día a los 2 años y medio, el 75% a los 3 años y el 98% a los 3 y medio (ojo que hablamos de día… que de noche hasta los 5 años no se considera problemático tampoco).

Como padres, debemos acompañarles en el proceso, siempre que veamos que están preparados. Algunas señales que nos puede ayudar a saber que se acerca el momento de quitar el pañal son:

  • Señales Fisiológicas:
  • Se toca sus genitales
  • Está inquieto cuando quiere hacer sus necesidades
  • Pasa largos pañales sin mojar el pañal
  • El niño toma ciertas posturas
  • Hace gestos
  • Camina con las piernas un poco abiertas
  • Brinca con los pies juntos  
  • Sube las escaleras alternando ambos pies
  • Señales de madurez neuronal:
  • Se esconde tras un mueble
  • Avisa de que tiene pis y caca
  • Detecta sensación de micción y defecación
  • No se deja cambiar el pañal
  • Puede bajarse el pantalón y la ropa interior con autonomía.
  • Señales emocionales:
  • No quiere usar el pañal
  • Más autonomía personal
  • Pide ir al baño sin resistencia
  • No se deja cambiar el pañal
  • Encadena acciones de ir al W.C

¿CÓMO PODEMOS AYUDARLES EN EL PROCESO DESDE QUE EMPEZAMOS A VER ESTAS SEÑALES?

(Recuerda que, aunque veamos estas señales, no quiere decir que esté preparado ya). Pueden pasar semanas o meses hasta que sea su momento).

  • Hablar sobre ello, o leer cuentos en el que el tema principal sea la caca, el pañal, etc., que vean que es normal usar el orinal o el WC. Explicarles cómo va a ser y que va a pasar para que se sientas seguros durante el proceso.
  • Dejarles escoger lo que les resulte más cómodo: orinal, reductor, ir a comprar la ropa interior juntos. Así se sientes participes y dueños de sus actos.
  • No premiar.  Hay adultos que para conseguir que dejaran el pañal, premian con juguetes o con dulces, y luego el problema es dejar las recompensas (pensarlo bien, estamos enseñando al niño que hacer caca y pis en el WC tiene una recompensa, pero cuando retiramos esos premios ¿qué ocurre en la mente del niño? La cuestión es que el mero hecho de hacer pis y caca con autonomía ya sea una recompensa natural. Pensar que cuanto más sencillo se educa y acompaña a los niños, más eficaz y natural. Somos los adultos quienes nos empeñamos en reforzar y castigar para que los niños hagan cosas, pero no lo necesitan…ellos son mágicos y disfrutan con las pequeñas cosas que los adultos no sabemos valorar.  Igual que no premiamos cuando aprenden a hablar o caminar, no tiene sentido premiarlo por adquirir otro logro evolutivo como el control de esfínteres. Sin embargo, es un logro muy importante y por ello debemos felicitarles y alegrarnos, incluso “hacer fiesta” con humor de la caca o el pipi que está en el orinal o en el WC.
  • Si lo quitamos, lo quitamos…. No vale ponérselo si vamos en coche un rato o si a nosotros nos va mal porque va en el cochecito o lo llevamos vestido de punta en blanco. Así les creamos confusión. De todas maneras, si pasado un tiempo X vemos que la operación pañal no funciona, no pasa nada por volver a poner pañal y esperar un tiempo para volver a probarlo.
  • Dejar que entren en el baño con nosotros. No podemos pretender ser ejemplo para ellos en todo y escondernos en el baño, ellos han de ver normalidad y poder expresar sus dudas y saber qué hacemos para ellos poder reproducir lo que ven.
  • Ir preguntándoles de vez en cuando si quieren ir a hacer pipí y respetando lo que digan. Si dicen que no, es que no… Mejor no obligarlos. Y si creemos que hace rato que no han ido y ya deberían volver, proponer alguna alternativa: «Venga, vamos a hacer un pipí y luego leemos un cuento».
  • Hacer tonterías.  Les cantamos al pipí y a la caca, lo despedimos cuando se va por el WC. Hemos de ser conscientes que somos los adultos los que pusimos un día el pañal y nuestros hijos, en cierto modo, tienen un «apego» a ellos… Si hacemos que sea divertido haberlo quitado, será más fácil olvidarse de ellos.
  • No reñir, ni castigar, ni ridiculizar si se producen escapes. Simplemente se les acompaña y si tienen autonomía pueden cambiarse de ropa ellos solos o les ayudamos, pero no a modo de castigo, simplemente es la consecuencia natural de que se moje, hay que cambiarlo para que esté seco y limpio.
  • La retirada del pañal, al igual que otros temas relacionados con nuestros hijos, es un tema de la pareja. Deben ser los padres los que decidan cuando iniciar el proceso. Si van a la guardería, las educadoras nos pueden ayudar, pero nunca deberían ser ellas las que decidieran ni iniciaran el proceso sin nuestro consentimiento.

ERRORES TÍPICOS AL RETIRAR EL PAÑAL

  • A veces con pañal a veces sin pañal.  De este modo los liamos más, porque notan que a veces se orinan encima y se mojan todo y otras veces no, así que no terminan de comprender.
  • Esperar que ellos nos pidan cuando tienen ganas.  Muchos no lo van a pedir, les cuesta aprender de repente (y menos si aún no están preparados). Una de las opciones es ponerlos en el orinal cada media hora, cada tres cuartos de hora, cada hora, cada dos horas y cantar canciones, poner pegatinas en el WC… etc.  Además de coger rutinas, ponerlos siempre al levantarse, a media mañana, antes de comer, después de comer, antes del baño, antes de acostarse…
  • Pensar que si lo hace en el orinal ya lo puede hacer en cualquier sitio. Y descubrir que en la calle la postura le da angustia, que en los baños grandes se cree que se cae y tampoco puede hacerlo. Existen reductores de WC que incluso sirven para hacer pis en la calle.

CONSEJOS PARA QUE TU HIJO/A HAGA SUS NECESIDADES EN EL WC

  • Un entorno preparado para facilitar al niño que haga caca en el WC (que todo esté accesible para que el niño adquiera autonomía en sus hábitos):
    • Una banqueta para que se suba y además al poner las rodillas elevadas, está facilitando que haga caca.
    • Ponerle el orinal al lado por si le apetece más.
    • Ponerle ropa cómoda que se pueda quitar el fácilmente. Con goma y no con cremallera o botones.
    • Una cesta con libros relacionados con la caca: el libro de los culos…etc.
    • Adaptador para el WC.
  • Zona de aseo al lado preparada: con unas toallitas húmedas, una zona de lavado de manos a su altura y una toalla.
  • Rutina: hacer pis después de comer, al despertarse por las mañanas, antes de la siesta, después de la cena, etc. Además, le acompañamos al WC y le recordamos si tiene que hacer pis o caca, pero no lo sentamos sin más.
  • Braguitas de aprendizaje. Son como los manguitos cuando están aprendiendo a nadar. Un punto intermedio. Las braguitas se quitan fácilmente y además el niño nota más la humedad y nota cuando se hace pipi las primeras gotas.
  • Libros: ayudan a normalizar y comprender el proceso. “Nunca más llevaré pañal”, “Adiós al pañal”, etc.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA FACILITR EL PROCESO?

  • Acompañar y ofrecer herramientas que le faciliten la despañalización y mucha paciencia.
  • A partir del año o cuando el niño se mantenga bien de pie, es recomendable cambiarlo de pie frente a un espejo, para que ellos vayan tomando consciencia de las partes de su cuerpo, de los genitales, incluso ofrecerle una toallita para que ellos vayan limpiándose, y de esta manera vamos ayudando a su maduración emocional y mental, y preparando el momento de la despañalización.

POSIBLES PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL CONTROL DE ESFÍNTERES Y LA MICCIÓN

  • La encopresis es un estreñimiento de larga evolución, y es cierto que muchos niños a los que se le obliga a abandonar pronto el pañal, comienzan con el estreñimiento funcional. El estreñimiento funcional aparece por estímulo doloroso que genera miedo. El miedo genera retención, y la retención estreñimiento, heces secas y duras retenidas y voluminosas. La retención mantenida, aumenta el tamaño del recto y altera la recepción del estado de llenado, es decir necesitan cada vez más heces para sentir que tienen ganas. Llega un momento que el recto está tan distendido, que hacen caca por rebosamiento. Ésta es la encopresis: manchan la ropa interior continuamente, no hacen deposiciones completas.

El único mensaje que hay que transmitir a los hijos es: “te apoyo y estoy contigo”. Nosotros pusimos su primer pañal, pero no podemos decidir cuándo ponerle el último.

  • Descartar problemas de tiroides ya que puede alterar que les cueste más hacer caca.
  • Consultar con el pediatra.
  • Consultar con el psicólogo.
  • No presiones a tu hijo para que haga caca, ni mucho menos intentes obligarle con amenazas o utilizando laxantes, que solo sirven para empeorar la situación (es diferente que sea por estreñimiento o un problema de control de esfínteres).
  • Apoya a tu hijo siempre, que se sienta seguro y querido.
  • Acepta que no es algo que puedas controlar, es una decisión suya. Aceptando la situación le estás aceptando a él.
  • Confía en tu hijo y en ti como madre y padre.
  • Ten paciencia y trata a tu hijo siempre con respeto y cariño.
  • Recuerda que él es el niño, tiene menos recursos que tú y por muy mal que lo estés pasando él se siente peor, por lo que no te enfades con él, nunca pienses que lo hace para desafiarte.
  • Puedes pasar por diferentes etapas intentando sobrellevar lo mejor posible la tempestad. La clave es que tú hijo/a se sienta seguro/a. Un día llegará y lo pedirá solo.
  • Cuidar la alimentación (rica en fibra, legumbres, vegetales, mucha agua para diluir la fibra, reducir los azúcares y harinas refinadas).
  • Realizar masajes en la tripa de vuestro hijo (para facilitar que se relaje, y ayudar al tracto intestinal).
  • ¿Cómo hacer el masaje de tripa? Estos masajes también se pueden usar con cualquier niño/a, aunque no tenga encopresis, pues facilitará el tracto intestinal creándose un vínculo agradable entre los padres y los niños a través del contacto y de la relajación de un masaje:
    • No debe de exceder los 25 minutos de duración y puedes usar aceite de almendra, previamente calentando un poco tus palmas de las manos.
    • Movimiento de arrastre:  moviliza el intestino del niño. Tumbado el niño boca arriba, masajeamos su tripa con movimiento de arrastre o barrido, movimiento de manos desde abajo de la costilla hasta la parte de abajo de la tripa, presionando con suavidad.
    • El reloj: el niño pone las piernas en posición fetal, y masajeamos la tripa trazando círculos en el sentido de las agujas del reloj.
    • A dos manos: ponemos al niño boca abajo, y ponemos una mano en su tripa y otra a la misma altura en la espalda, y presionamos ligeramente.
    • Piernas arriba. Posición fetal, niño boca arriba, coge con tus manos sus piernas. Dóblalas por las rodillas y llévalas hacia su tripa. Presionándola ligeramente hacia el estómago. Vuelve a extenderla y repite varias veces.
    • De medio lado: Tumba al niño hacia el lado izquierdo. Estira una de sus piernas y dobla la otra, presionando con su muslo el abdomen. Repite con la otra pierna.
  • Fobia a hacer caca
    • Negativa a hacer caca o intentarlo
    • Muy frecuente en niños de 2 y 4 años
    • Miedo intenso a objetos relacionados WC
    • Miedo a que le retiren su caca
    • Puede aparecer con la retirada del pañal
    • Vergüenza
    • Círculo vicioso: dolor-evitación-dolor
    • Mismas pautas que en encopresis. Y sobre todo no presionar al niño.
    • Consulta de pediatra y psicólogo.
  • Enuresis o hacerse pipi encima
    • Emisión repetida de orina día o noche
    • Ocurre dos veces por semana mínimo 3 meses
    • Enuresis diurna: a partir de los 4 años
    • Enuresis nocturna: a partir de los 6 años
    • No es enfermedad, es un síntoma
    • Ansiedad, culpa, impotencia familiar
    • Malestar en el niño
    • Posibles causas (ansiedad, crisis familiares, nacimiento de un hermano, cambio de domicilio, colegio nuevo…e niños.

SECRETOS DEL ALMA | Cariño, ahora no me apetece

Música cortesía de: Fernan Birdy/Relax Music

—Venga, ¡díselo a la psicóloga! Explícale porque no quieres echar un polvo conmigo. Cada vez que me acerco parece que no tienes ganas… nunca tienes ganas.

—No seas ordinario Paco… ¡echar un polvo!… estamos en una consulta, haz el favor… habla de otra forma.

—Pero, ¿qué quieres que diga, hacer el amor? Pero es que nosotros no hacemos eso Manuela, no hacemos ni eso ni lo otro.

La pareja se había sentado frente a la psicoterapeuta, de tal forma que daba la sensación de existir mucha distancia entre ellos. El rostro de Paco indicaba frustración y el de Manuela desesperanza.

—¿Pues no me dice mi mujer, cuando le digo que voy a irme de prostitutas al final, que le importa tres pimientos, que lo que tengo que hacer es eso y dejarla en paz? Manuela, te lo digo de verdad, ¡yo no puedo más! Me das miserias. Si te toco aquí mal porque te duele, los brazos siempre a la defensiva, aquí no, ahí tampoco… pues yo veo a las parejas que se abrazan, que se besan… y yo… reclamando un poco de cariño y con la dichosa frase metida en la cabeza “cariño, ahora no me apetece”. Si no te apetece ahora, ¿cuándo? ¿eh? ¿cuándo Manuela? Cuando se nos haya caído todo a trozos por la edad… ¿o es que no te gusto?

Manuela permanecía callada, con la cabeza inclinada en posición de sentir vergüenza. Paco tenía un brillo especial en los ojos. La miraba de arriba abajo buscando una respuesta.

—Paco, yo no tengo la culpa de que no me apetezca. Tu eres muy fogoso y yo no.

La psicoterapeuta intervino.

—Manuela, ¿qué te hace pensar que no eres fogosa?

—Pues que él siempre quiere y yo no.

—¿Esto desde cuándo te pasa?

—Desde que nació Mario. Ahora tiene 10 años.

—¿Con qué frecuencia mantenéis relaciones íntimas?

Paco se adelantó a la respuesta de Manuela. Se inclinó en la mesa y con aspecto guasón dijo:

—¿Usted conoce el chiste de una mujer que llega a su casa y se encuentra a su marido con otra en la cama? La mujer, al ver que la chica con la que estaba era la mendiga que siempre pedía en la esquina del supermercado, le pregunta a su marido: pero… ¿cómo es posible que me engañes con una mendiga? Y él le responde: llamó a la puerta, le abrí, me preguntó que si podía darle algo que ya no usara…¡y le di esto! (gesticuló cogiendo con su mano sus partes) Pues… este chiste representa lo que no te extrañe Manuela que pase un día.

—De verdad Paco, no puedo contigo. Deja de decir tonterías. Parece que solo tengas el sexo en la cabeza y las cosas no son así. No pretendas que me vaya a la cama contigo o que sea cariñosa cuando me tienes frita. Te digo que los sábados comemos a las dos y media… tu a las tres en casa, de cervecitas con los amigos.

—Manuela, te digo siempre que vayamos a tomar los sábados un aperitivo y tú no quieres, pues yo me voy.

—Paco, te digo de salir por la tarde y compartir algo juntos… pues tú al futbol o a casa de Pepe que tenéis que arreglar no sé qué en el ordenador… Te digo que te encargues del nene que me tengo que ir y me giro y no estás… te digo que estoy aburrida ya, que no hacemos nada juntos… y tú te lo tomas como que soy una pesada… pues que quieres que te diga Paco… ¿que cuando me pegas una palmada en el culo que esté dispuesta? Pues no me da la gana. Tenemos un problema de pareja y esta señora nos ayudará.

—Manuela, Paco, ¿esta es la primera vez que habláis de este tema?

Manuela relajó su mirada, cogió la mano de su marido y acercó su asiento al de él y contesto:

—Sí, es la primera vez. La verdad es que en parte lleva razón. Siempre le digo “cariño, ahora no me apetece”. Yo quiero estar bien, quiero que estemos bien. A mí el sexo no me gusta tanto como a él, pero sí que es verdad que no puedo tenerlo así.

Paco miraba a Manuela como si estuviera viendo a una mujer que no era la suya. Sus cejas se levantaron en símbolo de asombro.

—Bueno… yo también me pongo pesado con esto y es cierto que no hacemos muchas cosas juntos.

—Manuela, ¿podrías explicar por qué cierras los brazos en posición de defensa como ha explicado Paco y por qué no permites que te toque?

—Pues porque no sabe tocarme. ¡Ahora ya lo he dicho! Paco, te las das de fenómeno en la cama y de eso nada. Eres muy bruto. Yo necesito tiempo, necesito que no solo estés cariñoso cuando quieres cama, necesito reírme contigo, compartir cosas, que tengas ganas de ayudarme y de estar conmigo… esa es mi forma de hacer bien el amor y no llegar y besar el Santo. Una cena un poco más especial, dejar el nene en casa de mi hermana… salir a bailar, duchadito, que te arregles para mí o simplemente estar abrazada a ti en el sofá… pero hijo… cada vez que me abrazo a ti te crees que hay tema y eso no puede ser así.

—¿Lo de duchadito lo dices por algo Manuela? Esta mujer se va a pensar que soy un tanto marrano.

—Paco, no puedes llegar de trabajar y por pereza meterte en la cama así, tal cual. Te recuerdo que dormimos los dos en la misma cama y yo cuido mucho mi higiene, cosa que tu no mucho.

La pareja hablaba y hablaba sin que la psicoterapeuta tuviera que intervenir. El gesto cariñoso de Manuela acercándose a Paco con el asiento, había provocado una mayor comunicación. En las sucesivas sesiones, la pareja había empezado a negociar tiempos para compartir y otra forma de entregarse el uno al otro. Habían decidido salir a andar para poder hablar con más frecuencia, se habían obligado a tener encuentros íntimos planificando con antelación dónde dejar a su hijo porque Manuela necesitaba más intimidad.

En una de las sesiones próximas a finalizar la terapia, Paco le explicó a Manuela lo que sentía cuando hacía el amor con ella.

—Manuela, igual de importante es tu cuerpo que el mío. Yo también necesito caricias, masajes, mimos. También necesito que me recuerdes que te gusta mi cuerpo, que tienes atracción por mi. Necesito notar que respiras a mi compás, que te hago sentir. Si te quedas quieta como si se me hubiera caído el Cristo de la pared, yo no me concentro porque no me excitas, ¿comprendes? Necesito que se convierta en un juego, que sea nuestro juego.

—Es que siento que si hago todo eso tú vas a pensar que soy una golfa o algo así.

—¡Manuela por Dios! Que eres mi mujer. Deja de ser tan antigua, libérate, disfrutemos juntos de la vida, no quiero que se nos pase así… nos lo podemos pasar muy bien juntos, pero tienes que cambiar tu forma de pensar sobre el sexo. ¿Llevo razón Doctora?

—El deseo sexual es algo que tiene que ver con nuestro cerebro, no con nuestra vagina y nuestro pene. La palabra, la forma de comunicarnos y de expresar lo que necesitamos es lo único que produce un avance. Los dos os habéis esforzado, os habéis explicado, os habéis entendido. Manuela, la educación sexual que aprendiste de niña y adolescente te han llevado a que te reprimas y juzgues tus deseos. Es una cuestión de cambiar conceptos.

Los dos entendieron la importancia de cuidar el jardín que supone el mundo de la pareja, metafóricamente hablando. Ese jardín debe ser cuidado de forma meticulosa. En ese jardín hay hojas secas que quitar, plantas que mimar, tierra que labrar… si no somos capaces de cuidar lo que tenemos, todos estamos expuestos a que venga otro jardinero o jardinera a regar nuestro jardín.

secretos del alma cariño ahora no me apetece