RELACIÓN DE PAREJA «Cuando uno habla y el otro calla»

Parémonos a reflexionar sobre los posibles motivos por los que una persona calla en una discusión en la relación de pareja. Puede ser que te veas reflejado/a en  alguna de las opciones.

  1. No contesto porque lo que dices son tonterías.
  2. Me bloqueo, te temo, me cuesta decir lo que siento.
  3. Si contesto lo que pienso, igual me dejas o te alejas de mí.
  4. No quiero discutir, estoy cansado/a, siempre es lo mismo, mejor me espero a que pase la tormenta.
  5. Llevas razón, pero no te la pienso dar… no vayas a creerte…
  6. No entiendo nada de lo que me dices, ni de lo que te quejas siempre.

La comunicación es fundamental para cualquier convivencia. Sin ella estamos perdidos en el laberinto de las emociones. Si en tu relación existe este silencio, si no sabes qué piensa tu pareja porque no habla, si llevas mucho tiempo intentando descubrir qué siente y no obtienes nada… ha llegado el momento de pedir ayuda profesional. Es probable que, si le propones acudir a un terapeuta de pareja, se niegue. Sin embargo, es aconsejable que vayas tú para que te orienten.

La prepotencia en el carácter, la baja autoestima que se manifiesta en todas las áreas de la vida de esa persona, la dependencia emocional que indica el miedo a perder una relación aunque sea tóxica, la indiferencia; que marca un deseo inconsciente de querer alejarse de la relación y la comodidad lo impide, el narcisismo que resalta un egoísmo agudo y una admiración profunda por sí mismo olvidándose de los demás y la falta de empatía que habla de la incapacidad de ponerse en la piel del otro, todo ello indica hacía qué camino se dirige la pareja y no tiene «pinta» de ser muy llano.

Los problemas que desatendemos no se solucionan solos, al contrario, van acumulándose por no enfrentarnos a ellos, hasta el punto que generan amargura, distanciamiento y frustración porque no hemos sido capaces de hablar sobre ello. Y si nos comunicamos, expresamos lo que sentimos y no obtenemos respuesta o cambio, habría que plantearse si el contenido, la forma de decirlo y el momento elegido no son los correctos. Cuando alguien está cansado de hablar suele utilizar el ataque y por muy harto que esté una persona no es lo más inteligente, emocionalmente hablando.

¿Pero qué podemos hacer?

  1. Buscar el momento adecuado para los dos. Piensa que el cansancio, la necesidad de desconectar al llegar a casa, los problemas externos, etc., provocan una baja comunicación. Por ejemplo, es mejor decir: “hay un tema del que deberíamos hablar, igual ahora no es el momento. ¿Qué tal después de organizar a los niños o mañana y así salimos juntos a andar?”
  2. No te andes por las ramas. Utiliza un tono de voz adecuado y respetuoso.
  3. Mira a los ojos sin ira, baja tus niveles de alteración respirando o saliendo un momento de la escena.
  4. Expón tu criterio educadamente. Si te cuesta ser educado/a el problema es doble. Lo principal en la comunicación es el respeto.
  5. No critiques si no te responde. Pregúntale si prefiere que se hable en otro momento. Si llegado ese otro momento sigue sin hablar, opta por escribir lo que sientes y entrégaselo y que lo lea delante de ti.
  6. Usa frases que comunique lo que sientes. Por ejemplo: “no me gustaría que lo que hablamos caiga en saco roto, me hace daño pensar que no estamos poniendo de nuestra parte para estar juntos, porque igual yo también cometo errores. Sé que lo entiendes”.

La pareja es como un jardín al que hay que cuidar y atraviesa estaciones donde hay que esmerarse. Una pareja que no se «esfuerza en la relación» termina siendo cuidada por otro jardinero o jardinera y la falta de comunicación es el ingrediente principal para que el jardín se queme.

Ahora bien… también se puede pegar fuego a la relación porque quizás, inconscientemente, desees que tu jardín muera, piénsalo.

Artículo realizado por Alicia Catalá

Amar en la etapa Adulta

Por Alicia Catalá

Amar en la etapa Adulta: a estas alturas de la vida llevamos una mochila emocional cargada de sentimientos, anécdotas, fracasos, inseguridades, aciertos y desaciertos, sorpresas y decepciones, alegrías y tristezas, pegadas a un alma que decidimos fusionar con otra. Bien puede ser con la misma persona desde hace muchos años, o con diversas personas a las que dejamos subir a nuestro tren por un tiempo.

Amar nos ayuda a disfrutar de un mayor bienestar y sensatez emocional en muchos aspectos de nuestra vida porque con la madurez llegamos a sentir seguridad y serenidad. Como decimos siempre “sabemos lo que queremos, pero sobre todo lo que no queremos”. Nuestra forma de ver el amor no es como la de hace años donde la fuerza del huracán nos arrastraba a cualquier tipo de pasión.

Hoy somos capaces de perdernos en un laberinto emocional con nuestra pareja y podemos disponer de herramientas para volver a encontrar la ruta o pedir ayuda profesional. Este es el motivo por lo que amar en la etapa adulta es amar de forma madura, lenta, comprometida y profunda. Nos hemos caído y nos hemos levantado, hemos sufrido y hemos aprendido juntos a que para continuar debemos poner condiciones entre los dos. O formamos equipo o se rompe la baraja.

En esta etapa cuando atravesamos una crisis de pareja somos más analíticos, marcamos más los límites y mostramos nuevas formas de razonar. Si en plena crisis aprendemos a vencer los miedos y a gestionar los problemas que nos han llevado al olvido y al abandono, es muy probable que la pareja resurja de las cenizas, siempre que exista sinceridad, respeto, comunicación, complicidad, afecto, interés por la sexualidad, compromiso y negociación para volver a sintonizar esa emisora que dejamos de oír hace tiempo llamada “amor incondicional”. Nuestro acuerdo para empezar de nuevo debe estar basado en pautas diseñadas por los dos.

Ya no puede haber pérdidas de tiempo. Se continúa con la relación porque sentimos que es la persona adecuada, lo decidimos, nos compensa emocionalmente, porque lo que nos queda de la vida lo deseamos compartir con quien también desea estar a nuestro lado y porque hay un nuevo pacto de lealtad. Deseamos tener pareja para poder estar junto a alguien en este viaje.

Cerrar capítulos del pasado es importante e imprescindible para avanzar juntos. El amor recíproco, inteligente, comprensivo y con fuerza es el duradero, no cabe duda.

amar en la etapa adulta

Complejo de Cenicienta

Alicia Catalá

Este complejo describe un patrón de comportamiento de algunas mujeres que tienen un cierto temor a la independencia, creyendo que su felicidad dependerá de tener una pareja que la proteja, cuide, rescate y atienda y, de esta forma, buscan a su príncipe azul con el fin de alcanzar esa felicidad. Son mujeres con baja autoestima, dependientes, con miedos a salir de su zona de confort y con una gran idealización de la pareja.

Debes saber:

  1. El nombre del Complejo viene dado porque Cenicienta en el cuento, era la que realizaba todas las tareas del hogar (limpieza, cocinar, lavar, planchar, organizar, etc.)
  2. Muchas de las mujeres actuales han podido desenvolverse y alcanzar niveles altos en la sociedad, sin embargo, aún existen las que todavía no han podido.
  3. Este miedo hacia la independencia viene dado por el estilo educativo y está relacionado con estructuras machistas que desde pequeñas se han vivido en el hogar. Los varones no hacían nada en la casa, solo las mujeres.
  4. Este complejo solo describe una forma de comportarse. La mujer que actúa así es porque ha interiorizado una gran diferenciación entre el papel del hombre y el de la mujer, así se lo enseñaron y así lo sigue viviendo.
  5. Todavía, aunque ambos trabajen, normalmente es la mujer quien realiza más trabajos en el hogar unido a la crianza de los hijos. Aún trabajando las mismas horas que su pareja, las divisiones de tareas domésticas no están divididas equitativamente.
  6. Para romper con el Complejo de Cenicienta, la mujer que se sienta identificada, debe saber que necesita sentirse independiente en dos aspectos: el emocional y el económico.
  7. En cuanto a la independencia emocional es importante el aumento de la autoestima disminuida con el tiempo. Atrévete a exponer tu criterio y valora lo que es justo o no lo es.
  8. Habla de lo que necesitas, de lo que te gusta, de lo que te disgusta, de lo que no soportas y de lo quieres que cambie, pero háblalo con respeto.
  9. Si dependes económicamente de tu pareja, la situación es más complicada porque es cierto que quien se queda en casa debe ser responsable del hogar. No sería correcto no trabajar fuera de casa y no ocuparse de ella en todos los aspectos. A esto se le llamaría “aprovechamiento de las circunstancias”. Gran error.
  10. Pensemos que los tiempos han cambiado y actualmente las mujeres aspiran a tener un futuro profesional y no solo casarse y dedicarse a la casa y a la crianza de los niños. La mujer empieza a disfrutar hasta de la soledad.

Y recuerda que… “ser libre es abrir tus alas desde la autenticidad que eres, dejando que la música de tu corazón suene más fuerte que el ruido de tu mente”

Complejo de Cenicienta

Niños Hiperregalados; futuros insatisfechos

Alicia Catalá

Como todos los años llega o bien Papá Noel, los Reyes Magos o ambos en algunas familias. Y ciertamente nos deberíamos preguntar hasta qué punto afectan a nuestros hijos tantos regalos. Tened en cuenta que reciben pocos regalos durante el año para la gran cantidad que reciben de golpe en una noche o dos noches. El impacto es negativo. La solución está en saber gestionar esta situación.

Debes saber:

  1. Enseña a tus hijos, no importa la edad que tengan, que para recibir hay que dar.
  2. Por lo tanto, empezad haciendo un paquete con los juguetes de años anteriores que ya no usan y que os acompañen para entregarlos en una asociación. Se les explica que hay niños que no pueden tener regalos por la pobreza y que tenemos que participar con los que no usamos para que esos niños también tengan ilusión y se llenen de cariño. Es una buena forma para que aprendan también a cuidar sus cosas que después donarán.
  3. Haz una lista de regalos para pasar a los familiares. De esta forma puedes controlar lo que les van a regalar.
  4. Si estáis divorciados, os aconsejo que os comportéis como adultos y no juguéis a ver quién regala más. Hablar sobre lo que vais a comprar cada uno y llegar a un consenso.
  5. Piensa que cuando tienen de todo no aprenden a valorar nunca y con el tiempo nada será suficiente. Es conveniente dosificar y controlar que no todo lo que un niño pone en su carta de Reyes hay que comprarlo.
  6. Lo más acertado es que en cada casa haya un único regalo. Por ejemplo, cuando los niños van a casa de los abuelos a recoger Papá Noel o Reyes, debe haber un único regalo, no uno del abuelo y otro de la abuela. Lo mismo en casa de los tíos, amigos, etc.
  7. Los regalos no tienen por qué ser caros. Si les hace ilusión un coche, no tiene que ser uno de 100€, puede ser uno de 10€ siempre que reúna la normativa.
  8. Procurad que entre los regalos haya siempre alguno que no se espere. Uno que no haya pedido, aprenderán que no siempre llega todo lo que piden, existen las sorpresas y si cuando habrá el paquete dice “¡Jo!, esto no lo había pedido yo… no lo quiero”, contestad: “si tu fueras un Rey Mago y vieras como un niño rechaza tu regalo, ¿cómo te sentirías? Pero no pasa nada, mañana lo llevamos donde fuimos a entregar los otros juguetes para los niños que no tienen”.
  9. Enséñales que los regalos se ganan con un buen comportamiento. Y que el buen comportamiento significa, respetar, aprender, amar y esforzarse.
  10. Es nuestra responsabilidad como padres, enseñarles a cuidar sus pertenencias personales y las que no son de ellos. Dar ejemplo es la mejor forma de educar.

Niños Hiperregalados

Y recordar que… “que el mejor regalo es el tiempo que tienen para jugar y disfrutarlo junto a la familia, con armonía, cariño y diversión”.

El Síndrome del Emperador. Hijos Tiranos

Alicia Catalá

¿Tu hijo te lleva ventaja y es el amo de la casa? ¿Le gusta mandar, no atiende a las normas, es un desobediente, ves como maneja tu vida y ha llegado a pegarte o lo ha intentado? ¿Está convencido de que él puede dominar, elegir, dictar las normas y que puede hacer las cosas según le apetezca? Si tus respuestas son afirmativas, estás ante un hijo tirano, el denominado Síndrome del Emperador.

Debes saber:

  1. Este Síndrome del Emperador también es denominado en psicología como Trastorno Oposicionista Desafiante, cuando ya se ha vuelto enfermizo.
  2. Estos comportamientos de chantaje emocional, llantos, rabietas, gritos, golpes, etc., provocan, en algunos padres, actitudes de permisividad, provocando que el niño obtenga todos sus placeres. Grave error.
  3. Afecta a toda la familia creando situaciones de estrés que desembocan en depresión y angustia vital.
  4. Este síndrome suele aparecer en los niños alrededor de los 5 años, por lo que deberíamos plantearnos cómo gestionar las rabietas antes de esta edad y si no sabemos qué hacer, hay que visitar a un profesional que nos asesore.
  5. Son los futuros adolescentes egoístas, maleducados y déspotas, por consiguiente, futuros adultos engreídos, soberbios, problemáticos, agresivos y manipuladores.
  6. Recordar que los comportamientos de la infancia se arrastran a la etapa adulta.
  7. Desde pequeños su único objetivo es conseguir todo lo que desean con unos niveles de tolerancia bajo cero.
  8. Las causas están relacionadas con factores biológicos, educativos y psicosociales y no solo por tener unos padres permisivos y consentidores, pero bien es cierto que la permisividad lleva a la tiranía en un futuro próximo. Cada familia es un mundo.
  9. Son niños que no han aprendido el autocontrol y no han tenido límites bien definidos.
  10. Puedes saber si eres permisivo y no marcas límites si haces lo siguiente con tus hijos:
  • Lo castigas y no lo cumples.
  • Le permites que haga lo que quiera y cuando quiera.
  • Por no oír sus gritos le compras o le das lo que ha pedido.
  • Le consientes que ponga el canal de televisión que a él le gusta, aunque no sea el adecuado.
  • Le sigues limpiando tú cuando termina de hacer sus necesidades y ya es mayorcito.
  • Le permites que se acueste a la hora que desea.
  • Come lo que pide y si no le gusta lo que hay le haces otra cosa.
  • Le gritas, le pegas y después le pides perdón abrazándole y suplicándole.
  • Consientes que te levante la voz y que tome el mando de tu vida sin recordar que el adulto que educa eres tú y no él.
  • Si os habéis divorciado y terminas comprándole todo lo que te pide porque tienes miedo de que deje de quererte.
  • Si le dedicas poco tiempo de calidad a tu hijo y luego le concedes sus caprichos para compensar.
  • Si no controlas a los abuelos cuidadores del niño que permiten sus conductas tiranas porque quieren darle a su nieto todo aquello que ellos no pudieron tener.

Cómo prevenir:

  1. Cuando veas talleres, cursos, artículos, libros, etc. sobre “Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional de nuestros hijos”, no dudes en acudir o leer sobre el tema.
  2. Debes dar ejemplo con el diálogo y el razonamiento.
  3. Deja de gritar.
  4. Aprende a escuchar y a respetar a tu hijo para que él haga lo mismo.
  5. No toleres nunca la violencia y descubre sus mentiras.
  6. Márcale pautas de conducta y horarios para que cree una disciplina.
  7. Los “noes” tienen un por qué y los “síes” también. No es solo ¡porque lo digo yo!
  8. Acude a un profesional para que te indique las pautas a seguir.

Y recordar que “los gritos no educan, ensordecen el corazón, cierran el pensamiento y destruyen el respeto volviéndote violento”

Cómo ayudar a una persona con ansiedad

Alicia Catalá

Recordemos que quien padece ansiedad se encuentra en una montaña rusa de sensaciones físicas y emocionales que no lo dejan vivir. Quien no ha pasado por esta angustia no sabe el sufrimiento. Por este motivo es importante conocer en qué podemos ayudar.

Debes saber:

  1. Deja de decir “no te preocupes que esto se te pasará pronto”, “siempre estas igual”, “deberías mirarte que no te afecten tanto las cosas”, “eso no es nada”, “por favor, cálmate”, “hay gente que lo pasa peor que tú”. Estas frases destruyen la autoestima de quien la padece.
  2. La persona con ansiedad no puede pensar con claridad, se bloquea.
  3. La norepinefrina y el cortisol son dos hormonas que ensombrecen los pensamientos y la persona con ansiedad está impregnada de ellas.
  4. La emoción que tiene una persona con ansiedad es la de miedo. Inmediatamente aparece la sensación de que algo puede pasarle.
  5. El cuerpo también reacciona y lo hace de diferentes maneras: taquicardia, sudoración, tensión muscular, agarrotamiento, sensación de ahogo, etc.
  6. La persona con ansiedad cambia de humor muy rápido, se irrita con mucha facilidad. Pocas cosas le motivan, tiende a ser negativa. Se levanta por las mañanas y su primer pensamiento es para la ansiedad ¿cómo estoy?, ¿qué me noto hoy?, ¿cómo pasaré el día?, ¿esto va a ser así de por vida?
  7. La persona se encuentra sensible.
  8. Recordemos que la ansiedad provoca mareos, a veces, nauseas o vómito. Altera el aparato digestivo, ataca al sistema respiratorio y circulatorio.

¿Cómo ayudarla?

    1. Empatiza; intenta ponerte en su lugar. No haciéndole caso no ayudas nada. Eso de dejarla hasta que se le pase tampoco ayuda.
    2. Infórmate sobre qué es la ansiedad, hay muchos tipos. Para ayudar, debes saber cuál padece la persona (pareja, padre, madre, hermano, amigo…)
    3. Puede ser: ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobia social, agorafobia, fobia específica, estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo. Infórmate bien.
    4. Lo importante es saber un diagnóstico a través de un profesional.
  • Las frases adecuadas son: “no estás solo, estoy aquí contigo”, “yo te ayudo”, “no voy a dejarte con este sufrimiento, lo venceremos juntos”, “te voy apoyar siempre”, “te quiero, no lo dudes nunca”.
  1. Ten paciencia con la persona que la padece; con tratamiento y cariño se aprende a gestionar la ansiedad. Sugerir que haga cosas como ir a yoga, meditación, pasear, etc., ayuda, sin embargo, a veces la persona no lo hace porque prefiere la oscuridad de su cuarto y dormir, por lo tanto, no hay que presionar hay que comprender. Poco a poco irá dando pasos sobre todo si no presionamos, empatizamos y estamos a su lado.
  2. Hay que animar a la persona a que empiece un tratamiento y que no lo abandone.
  3. Comparte sus avances, en lo que veas que mejora.
  4. Anímale, cada vez que se encuentre sin ansiedad, a pegar emoticonos sonrientes que colocaréis juntos en una cartulina visible. Así comprobaréis los avances.
  5. Para controlar los mareos que produce la ansiedad, la mejor técnica de respiración es la diafragmática: imagina que dentro de tu cuerpo hay una botella que va desde la garganta hasta tu estómago. Toma el aire por la nariz y cuenta cinco para llenar la botella, reten el aire en el estómago contando hasta 3 y luego suelta el aire volviendo a contar hasta cinco para vaciar la botella. Hazlo con la persona con ansiedad varias veces hasta que se relaje.
  6. Ayuda a la persona a respirar así, haciéndolo con ella, no solo en los momentos de ansiedad, sino como una rutina diaria.

Y recuerda… que la depresión es exceso de pasado, el estrés exceso de presente y la ansiedad exceso de futuro. A veces solo necesitamos que alguien nos ayude a entender que no estamos solos y que sentir mareo, latir fuerte el corazón o no parar de pensar, no significa que nos vamos a desmayar o que estamos al borde de un paro cardiaco o que nos estamos volviendo locos.

Como dice la canción “solo… cógeme de la mano”.

Cómo ayudar a una persona con ansiedad

¿Qué es Procrastinar?

Alicia Catalá

Seguro que te suenan estas frases: “luego lo hago”, “aún tengo tiempo”, “¡puf! será que no queda…!”, “primero voy a comer algo y si acaso… ya me pongo hacerlo esta tarde”, etc. Así con una infinidad de pensamientos que lo único que indican es POSTERGAR, APLAZAR y EVADIR responsabilidades que no son gratificantes por otras que no son importantes. Esta es la definición de procrastinar.

Debes saber:

  1. Es un término que se utiliza desde hace poco para indicar tu forma de elegir cuándo hacer las cosas, en realidad aplazas las tareas.
  2. La persona que procrastina, al final no termina lo que tenía previsto, siempre está sustituyendo lo que debe hacer por lo que le apetece hacer.
  3. Genera mucha ansiedad por falta de disciplina y organización.
  4. Para mí, es un sinónimo de perezoso, pero dicho más finamente.
  5. Se refugia en otras actividades que le gustan para no hacer frente a sus responsabilidades, por lo tanto, es una conducta infantil.
  6. Hay personas que llegan hacerse adictas a las actividades placenteras, móvil, internet, juegos, televisión, etc. todo para no hacer frente a sus tareas obligatorias.
  7. Creen que siempre hay tiempo suficiente para terminar un trabajo pendiente y el tiempo pasa y el trabajo se aqueda sin hacer.

Pero… cómo dejar de serlo:

  1. Aprende autodisciplina. La autodisciplina es el motor de arranque. Coge una agenda y empieza anotando qué cosas son las previstas para hoy y táchalas según vayas realizándolas. Las que se queden pendientes anótalas para mañana, pero que no se te acumulen.
  2. Señala en tu lista las que son urgentes en un color y empieza por ellas.
  3. Aprende a utilizar tu tiempo. Para saber en qué lo gastas, anota durante dos semanas lo que tardas en hacer algo. Por ejemplo, en desayunar, ducharte, vestirte, llegar al trabajo, fregar, hacer la cama, aprenderte un tema, realizar un trabajo, etc. Esto te dará una visión real de cómo utilizas tu tiempo.
  4. Debes saber priorizar, saber lo que es más importante en cada momento. Este punto forma parte de nuestra inteligencia emocional.
  5. Rodéate de personas que sean disciplinadas. Si lo haces con personas que procrastinan no harás absolutamente nada de nada.
  6. Ponte un cartel gigante en tu habitación a la altura de tus ojos que diga: ¡Se acabó!, ¡Elijo actuar ya!, ¡Reto conseguido!7. Analiza los beneficios de tu esfuerzo y anótalos en una cartulina bien grande para reforzar tu mente cuando los veas.
    8. No te olvides premiarte, no hace falta que te gastes dinero, con una buena siesta te sobra, te sentará bien y además es merecida.

Y recuerda… como dice el refrán “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

Educar para la No Violencia

Miriam Ferrero

Como describe Luis Rojas Marcos “las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de vida, se desarrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frutos perversos en la adolescencia” (Rojas Marcos 19995: 187)

Debes saber que:

La no violencia no supone una actitud pasiva ante los problemas. Se necesita valor para hacer frente a quienes usan la violencia para imponer su voluntad o sus creencias, para oponerse a la injusticia, la discriminación o al odio, y para exigir el respeto de la diversidad y los derechos sociales tan mermados en este momento, Se trata de una opción alternativa que pretende “humanizar” a la humanidad.

La no violencia es mucho más que no ser violentos, es buscar alternativas para reducir el sufrimiento y el daño entre los seres humanos. La no violencia implica compromiso por la transformación social, y al mismo tiempo, un compromiso por la transformación personal.

Es fundamental que, desde las primeras etapas de la infancia, los niños reciban una enseñanza que les ayude a entender los beneficios del diálogo y la negociación para resolver las diferencias, que comprendan lo que es la violencia y los factores que la provocan, es decir, es necesaria una educación para la no violencia. Las conductas violentas o agresivas suelen aprenderse a una edad temprana, los padres, familiares y profesiones desempeñamos un papel fundamental en estas etapas para que los niños se enfrenten y vean sus emociones sin usar la violencia construyendo aulas y hogares seguros en la expresión de los afectos.

Recordad que los padres somos los modelos a seguir para nuestros hijos, no solo a través de la interacción con ellos, también con nuestros comportamientos con los demás y el mundo exterior. Pensad que todo influye en el desarrollo de la personalidad, cuidemos también de nuestros actos.

Desenamoramiento: un corazón hecho hielo

Alicia Catalá

No importa el tiempo que esté formada la relación, pueden ser seis meses, diez, veinte años. Lo importante es saber detectar a tiempo qué os está pasando. Cuando comienzan a surgir conflictos, problemas de comunicación, cuando se difumina el cariño o aparecen problemas sexuales que no se hablan y la mirada es de indiferencia, es cuando debes poner cartas en el asunto. Yo más bien diría que no es una cuestión de esperar a que ocurran todos estos puntos que os he comentado, más bien cuando la comunicación empieza a fallar es el momento idóneo para revisar qué ocurre, porque todo indica que las cosas no van bien.

Tener en cuenta que existen ocasiones donde la ansiedad, el estrés, la depresión u otros trastornos importante, pueden provocar una desidia en la relación. De ahí la importancia de consultar ¿qué nos está pasando?

Debes saber:

  1. El desenamoramiento puede venir provocado por la monotonía y una convivencia aburrida. La pareja no hace nada para divertirse, han dejado de congeniar.
  2. Falta de tiempo para compartir. Algunas parejas no saben salir solas y buscan a la familia o a amigos privándose así de aprender a estar solos. A la larga, esto supone un problema de comunicación porque se acostumbran a estar rodeados de gente.
  3. Existen relaciones tóxicas que se han ido contaminando poco a poco fruto del desprecio mutuo. Malas costumbres en los enfados donde más que discutir lo que hacen es insultarse y faltarse al respeto. Maltrato físico y/o psicológico.
  4. Puede haber terceras personas, llevando una doble vida. Desconfianza e infidelidades ocultas que tarde o temprano salen a la luz.
  5. Las personalidades inestables e inmaduras suelen desenamorarse con más rapidez porque se cansan de las relaciones estables, como el niño que se cansa de su juguete al que adora cuando es nuevo. Una persona celosa es una persona sin autoestima que cubre esa falta de valía personal a través de la posesión y el control. Los celos deben tratarse.
  6. Los problemas económicos provocan frustraciones y si a esto le añadimos una falta de organización sobre este tema, tenemos como resultado continuas discusiones que provocan un bucle cerrado de angustia. Cuidado que aquí pueden haber mentiras y engaños.
  7. Y de todos es sabido que existen una serie de adicciones capaces de desestabilizar a la familia más unida: el alcohol, las drogas, el juego y los vicios sexuales.

Por lo que os aconsejo que al mínimo síntoma de qué algo ocurre en vuestra relación, poneros en contacto con un profesional que analice qué está pasando y que informe de qué es lo que debéis hacer. La frase: “mis cosas las soluciono yo solo y ningún profesional me va a arreglar mi vida” ya pasó a la historia.

Y recordar… que una relación duradera se basa en el respeto, admiración, comprensión y apoyo constante. El amor se mantiene vivo diariamente cuando le haces saber al otro lo que vale para ti.

Desenamoramiento